Anduvo sobre las aguas
perdonó a los pecadores
y comió el pan y los peces
junto con sus seguidores.
Un apóstol traicionero,
el Judas Iscariote,
treinta monedas de plata
recibió por sus informes
y le vendió con un beso
alma perversa y deforme.
Una corona de espinas
clavada como aguijones
rodeaba su cabeza,
¡malvados ejecutores!
Lo clavaron en la cruz
rodeado de ladrones
le dieron sal y vinagre
para calmar sus dolores
Murió por salvar al mundo
de pecados y de errores
¡de que poco le sirvió
sufrir tantas vejaciones,
pues los pecados del mundo
se ven cada vez mayores!
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