Hoy llevas el cansancio a cuestas,
los huesos ya no te sostienen.
El bastidor de tu cuerpo
es cada día más quebradizo
y las piedras que llevas en tu costado
son cada vez más duras y más pesadas.
Tu vida, se rompe
cada minuto un poco más,
y te envenenas con la hiel de tus lágrimas
Pero la noche, que es tu confidente, te pide que aguantes,
que aguantes, porque aún te quedan tres lunas
y mucho, mucho camino por recorrer.
5 de febrero de 2015
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