ACÉRCATE GITANITO

El alma la tengo rota

por culpa de tu querer,

¿porque te vas de mi vera

haciéndome padecer?

Acércate gitanito

nunca sé si vas o vienes

por qué buscas tan lejano

lo que tan cerquita tienes.

Muertecita estoy de pena

porque ya he podido ver

que mi cariño rechazas

Porque no sabes querer

Gitano, acércate al fuego

la candela está encendía

y en el calor de las brasas 

calienta tus manos frías.

TUS OJOS DE FUEGO

Está lloviendo candela
y caen rayos de sol
como veneno que arde 
dentro de mi corazón.

Las palabras son antorchas 
que se apagan con el aire
dime al oído te quiero
y que no te escuche nadie.

Son tus ojos como llamas
que con su mirar me aturden
los míos son como el hielo
que con tu calor se funden.

Me enciendes en llamaradas
con tus ojos de aceituna
y cuando besas mis labios
todas mis horas son tuyas.



Rosario Bersabé (30 De septiembre de 2012)

ESTOY SOLA

Estoy sola y tengo frío

la lluvia moja mis pies
y se balancea el ciprés
del cementerio sombrío.
Y yo en pleno desvarío
conjuro al rayo y al trueno
y una copa de veneno
beben mis labios por ti.
¡Ay! Que tarde comprendí
que por tu amor me condeno.

MI POESÍA ES LA QUE LLORA

Amor que de madrugada
regresas emborrachado
de otra boca.
Me rehúyes la mirada
con el pecho solidado
como roca.

Mi poesía es la que llora
y mi pluma la que calla
mis anhelos.
Y me despierto a deshora
sumergida en la batalla
de mis celos.

COMO UN PUMA

Sé que la muerte me ronda

y que acecha mi momento

como un puma.

Y siento una aflicción honda,

porque se apaga el acento

de mi pluma.

Será extinguido mi verso

no escribiré más poemas

sin sentido,

Y erraré en el universo

coronando con diademas

al olvido.

CORAZÓN

Tú eres mi fuerza y abrigo,

lo que más quiero en la vida

mi bastión.

Quiero estar siempre contigo

y quererte sin medida

corazón.

Acompáñame y procura

comprender mi desvarío

tan mundano.

Y en mi postrera aventura

no me sueltes, amor mío,

de tu mano.

CEGUERA

Pobre niña, en tus ojos la ceguera

y en tus labios las mieles  y retamas.

Te enciende en ciegas y ardorosas  llamas

la palabra  elogiosa y lisonjera.

Ponle al deseo frenos y frontera,

las tristes perlas que en el mar derramas

besadas no serán por quien tú clamas,

que no todo florece en primavera.

Esta vida es un puro desengaño,

tú que miras al mar con tanto empeño

y envías tu mensaje en cada ola

te sumes sin remedio en el engaño.

¡De qué te servirá tan vano ensueño

si al final de tu vida te ves sola!